La decisión de aplicar un “dólar turista” ya fue tomada y oficializada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Pero aún no se informó a cuánto llegaría la alícuota diferencial. La decisión del gobierno sería llevarla al 30%, es decir bastante más arriba que valor que había trascendido en las últimas horas.
La confirmación se conocerá en las próximas horas, ya que su puesta en vigencia sería inminente, posiblemente mañana mismo ni bien arranque la semana.
En caso de confirmarse este precio especial, el “dólar turista” pasaría a valer aproximadamente $81,90 contra los $ 63 del viernes. Este valor encarecerá de manera sustancial la compra de pasajes al exterior y también el uso de la tarjeta fuera de la Argentina. No habrá límites para ninguna de las dos operaciones, pero obviamente será mucho más caro que ahora, tanto al momento de recepción del resumen como de la compra de los pasajes a la agencia, en este caso tanto en efectivo como con tarjeta.
¿Cuál es el principal peligro de la creación del “dólar turista”?
Que aumente la demanda de divisas en el mercado informal de parte de aquellos que viajan al exterior, lo que lo encarecería significativamente. En las próximas semanas sería mucho más negocio comprar dólares para viajar a través del mercado informal (ya que el oficial sólo permite USD 200 por mes) que usar la tarjeta y luego pagar en pesos a más de $80. El dólar “libre” cotizaba el viernes en $67, una caída sustancial respecto a los $75 a los que llegó antes de las elecciones.
Lo más probable es que este aumento de la demanda lleve al dólar “libre” a emparejarse con el correr de las semanas al tipo de cambio “turista”. En principio, esta mayor presión sobre el tipo de cambio que se opera en el mercado libre no generaría mayor presión sobre la inflación, al menos no de manera inmediata. La experiencia anterior del cepo demostró que el traspaso es mucho menor que cuando se produce un salto del dólar oficial.