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Tres años en suspenso por robo agravado

El juez de control, Gabriel Lauce Tedin, condenó hoy a Maximiliano Echeverría y a Marcos Damián Fernández a tres años de prisión de ejecución condicional en un proceso de juicio abreviado. A ambos les imputó el delito de robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda, y al segundo le agregó el de robo agravado por el uso de arma en grado de tentativa por un segundo hecho.

Además les fijó el cumplimiento de las siguientes reglas de conducta por el plazo de dos años: fijar domicilio, someterse al contralor de la Unidad de Abordaje, Supervisión y Orientación de personas en conflicto con la ley penal, y no contactarse con la víctima, ni acercarse a menos de 200 metros de su domicilio. Las penas y esas medidas fueron convenidas entre la fiscala Leticia Pordomingo, el defensor oficial   Juan José Hermúa y los imputados, quienes admitieron su culpabilidad.

El primer episodio probado ocurrió el pasado 27 de mayo a las 22.30 en el pasillo que una vivienda de la calle Jujuy, en Santa Rosa. Allí Echevarría (21 años, alias Pato, albañil) y Fernández (18, lavacoches) le sustrajeron a un hombre 250 pesos, las llaves de su automóvil Peugeot 206 y un celular, después de agredirlo físicamente y causarle lesiones de diversa consideración.

Entre las pruebas para dar por acreditado el delito se tuvieron en cuenta el acta de secuestro de las ropas de los acusados, declaraciones testimoniales, fotografías e informes de la División Criminalística –Sección Química Forense– de la Policía y del Laboratorio de Genética Forense del Poder Judicial, entre otras.

Tedín señaló en el fallo que, más allá de la aceptación de Echeverría y Fernández, el testimonio del damnificado resultó acorde en un todo con lo dicho por familiares suyos que fueron testigos del hecho y reconocieron a los imputados.

“Se valoró en igual sentido, como prueba de cargo, que personal policial logró la aprehensión de Echeverría y Fernández, coincidiendo las prendas de vestir que tenían con las detalladas por la víctima, las cuales tenían incluso manchas de sangre”, agregó el magistrado, indicando que en el robo intervino una tercera persona.

En el otro hecho juzgado en el legajo, se probó que el 14 de julio de este año, a la madrugada, Fernández intentó sustraerle a un joven –en las vías del ferrocarril, entre calles Fortín y Olascoaga de Santa Rosa– una campera de abrigo, tras ponerle en el cuello un cuchillo de hoja lisa de 20 centímetros de largo. Cuando la policía aprehendido al imputado, le secuestró esa arma.

Para ello Tedín tuvo en cuenta, como prueba independiente, las declaraciones de la víctima y de un testigo, que fueron coincidentes, y los dichos de la prevención. El delito lo encuadró como tentativa porque Fernández “previo esgrimir un elemento apto para aumentar su poder ofensivo y causar mayor temor en la víctima, intentó desapoderarlo de una campera, cometido que no logró por la huida del damnificado del lugar”.