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Alaniz sostuvo que Zabala le dijo que "no observaba ningún delito de trata"

Carlos Alaniz, el comisario imputado en el juicio por trata de personas en el prostíbulo Good Nigth de Lonquimay, sostuvo hoy en su declaración que es "inocente" de los cargos que se lo acusan: "El juez me dijo que no observaba ningún delito de trata".
El policía sostuvo que no pudo comprobar que hubiera prostitución en ese cabaret pero, admitió, lo sospechaba. "Las jóvenes decían que servían copas...nunca que ejercieran la prostitución" recalcó Alaniz.
 
Alaniz sostuvo que organismos tanto provinciales como nacionales, realizaron controles en Good Nigth. Ademñas, contó que se entrevistó con el entonces Juez Federal, ya fallecido, Pedro Zabala: "Me dijo que creía que no había el delito de trata".
 
Alaníz hizo primero una descripción de su papel en los "controles" a "Good Night" y se mostró afectado por como la investigación judicial tocó su seno familiar. Es que uno de los cuestionamientos al exjefe policial es su relación de pareja con la encargada del cabaret de Colonia Barón. De hecho, ni Alaniz ni su abogado permitieron preguntas al respecto.
 
Dijo que cuando llegó al pueblo el cabaret ya estaba habilitado desde 2001. Que tenía la directiva de hacer controles semanalmente, que iban varias veces por semana y en ocasiones hasta dos veces por noche. Y que los informes eran elevados a la Comisaría Departamental de Catriló y a la Unidad Regional I, desde donde se derivaba a la Brigada de Investigaciones.
 
Contó que armaron carpetas con toda la información sobre "Good Night", las personas que allí estaban y las actividades que se realizaban. Que las mujeres que estaban allí siempre afirmaron estar por propia voluntad: "Hay varios actores en el medio, si alguna persona estaba con algún temor le puede expresar su miedo. En la comisaría solo controlábamos fecha de vencimiento de las libretas sanitarias".
 
También dijo que "las chicas circulaban libremente en el pueblo. Se las veía en comercios, en la perfumería, en la farmacia". Y que "a simple vista" no había signos de esclavitud o sometimiento.
 
Recordó que en "octubre o noviembre" de 2008 junto al comisario Fabio Girabel, segundo jefe de la Regional, clausuraron el local porque detectaron que había una comunicación con la vivienda contigua a través de una cortina, algo que estaba prohibido por ley. Y que se había entrevistado con el juez federal Pedro Zabala y la fiscal Marta Odasso preocupado por las sospechas y cuando ya había una causa iniciada: le dijeron que "había prostitución pero no trata de personas".
 
El juez Aguerrido le preguntó qué le parecía que funcionaba en el local, si entendía que había prostitución. "Uno sospechaba pero no tenía la certeza", respondió Alaniz.
 
A partir de allí, llegó el interrogatorio de Triputti:
 
-¿Eran prostitutas?
-Se presentaban como alternadoras.
 
-¿Y qué entiende usted por eso?
-Alternaban copas con la gente.
 
-¿Y que más?
-Hasta ahí sé.
 
-¿Por qué intervenía un médico con las libretas sanitarias?
-Hasta donde yo sé no tenía que haber ningún tipo de infección que pudieran transmitir.
 
-¿Cómo era el lugar? ¿Tenía piezas?
-Bueno, por eso lo clausuramos.
 
-¿Entró a esas piezas? ¿Qué había?
-Camas, dos habitaciones, una cortina, había luz.
 
-¿Sabe a qué se le dicen ‘los pases’?
-Cuando un varón o dos va con una chica.
 
-Pero en estos lugares tiene otro significado, la Policía debe saberlo...
-Sabemos que intercambiaban copas, sé lo que es el pase, pero no ahí.
 
-¿Hay que pagar o se va gratis?
-Es un arreglo entre las personas.
 
-¿En ese mismo lugar o en otro lugar?
-En otro lugar.
 
-¿Y ahí como era?
-No lo sé.
 
-A usted, como jefe... ¿no le llamaba la atención la circunstancia de que podría haber otra actividad?
-Por eso yo hacía los informes a los superiores.
 
Después, el fiscal Bonvehí quiso indagar sobre porqué era habitual ver el móvil de la comisaría en la casa de Carlos Fernández. "Lo he ido a buscar, se justificaba por los controles rutinarios que eran casi todos los días. Para citarlo, porque trabajaba de noche y por ahí no lo encontraban", argumentó Alaniz, quien negó "frecuentar" la casa del dueño del cabaret.
 
Un detalle llamativo: cuando dijo que el cabaret estaba habilitado desde 2001, se exhibió en la audiencia el acta donde la Provincia autorizaba el funcionamiento, extendida por la Dirección General de Estadística y Censo que en ese entonces dirigía Libertad Martínez de Baladrón, quien firmaba la habilitación.

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