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OPINIÓN | Las fórmulas de Néstor que usa Alberto y el temor a las recetas del pasado

10 Febrero 2021
El presidente Alberto Fernández reconoció en una entrevista reciente que una de las lecciones que más cumple de Néstor Kirchner, es su estrategia de presión y negociación. "Néstor siempre tensaba el diálogo, pero nunca lo rompía", a lo que el primer mandatario agregó: "Siento haber sido un buen alumno en eso".
 
por Hernán de Goñi.
 
Los integrantes de la Mesa de Enlace Agropecuario, que serán recibidos hoy por el jefe de Estado, tendrán la oportunidad de juzgar por sí mismos si la amenaza de subir las retenciones es una realidad o solo una forma de tensar el diálogo.
 
Los representantes del agro, en realidad, no tienen en claro si habrá un ida y vuelta, un intercambio de necesidades y objetivos de cada parte, o si les pedirán que acepten un mal menor, un sacrificio por el bienestar general. 
 
Si hubiera que juzgar solo por los cruces públicos que llegan desde el oficialismo (el senador kirchnerista Oscar Parrilli remarcó ayer que el campo tiene que reconocer que "perdió las elecciones"), la reunión de hoy promete más ser un arrinconamiento que un debate racional.
 
En los mercados se especuló que la amenaza de las retenciones apuntaba a que los exportadores adelanten sus ventas, con el fin de incrementar la oferta de dólares hasta que comience la liquidación de la cosecha gruesa de soja, en abril. 
 
Por lo pronto, lo que sí hubo es un aumento de los registros de exportación, un paso previo al embarque que permite a los traders asegurarse el valor actual de las retenciones. Todavía no hay muchas operaciones con la soja, pero sí con el trigo y el maíz. Si aumentan los derechos el problema lo tendrán los productores, porque cuando concreten la venta de los granos tendrán que afrontar la retención de ese momento.
 
La Mesa de Enlace le repetirá al Presidente que si eso sucede, serán ellos los que saldrán perdiendo porque son los que están al final de la cadena. También le recordarán que pagan sus insumos a valor del dólar financiero, con lo cual las retenciones y la brecha se terminan de comer 60% del ingreso teórico que tendría su producción si se comercializara a precios internacionales. "Nosotros ya contribuimos", podría ser su frase de cabecera.
 
En el intercambio seguramente aparecerá el plan que acordaron los exportadores de aceite con Agricultura y Producción para cubrirse de una suba de retenciones: el resurgimiento de un fideicomiso que se forme con un porcentaje de las ventas externas (en 2010 fue 1,2%), para financiar la diferencia con el precio interno.
 
A sabiendas de que para el Gobierno este modelo puede replicarse en otros alimentos exportables, como la carne, lo que viene ahora es negociar ese valor y qué porcentaje resignará cada parte. También cuánto tardará en llegar el reintegro al productor y fabricante, en tiempos de inflación que puede llegar a 30% anual o a 50%, según a qué santo le prendamos la correspondiente vela.