El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos ha reportado una disminución del 2,8% en el Producto Interno Bruto (PIB) durante el segundo trimestre de 2023 en comparación con el primer trimestre del mismo año. Este dato confirma una desaceleración en la actividad económica.

 

Si realizamos una comparación con el mismo trimestre de 2022, la caída es aún más pronunciada, llegando al 4,9%.

 

En cuanto a la demanda, se observaron incrementos trimestrales, en términos desestacionalizados, en el consumo público (0,4%) y la formación bruta de capital fijo (3,8%).

 

Sin embargo, las exportaciones experimentaron una reducción del 4,1%, mientras que el consumo privado disminuyó un 1,3% en términos desestacionalizados.

 

En lo que respecta a los componentes de la demanda, el mayor aumento se registró en el consumo público, con un 2,6% de crecimiento interanual.

 

Por otro lado, en el análisis de los sectores de actividad, se destacan los incrementos en hoteles y restaurantes, con un aumento del 6,4% en comparación con el año anterior, y explotación de minas y canteras, con un crecimiento del 6,3% interanual.

 

No obstante, se observa un marcado descenso en sectores como agricultura, ganadería, caza y silvicultura (-40,2% interanual), pesca (-30,5% interanual) y electricidad, gas y agua (-6,3% interanual). Estos datos reflejan la variabilidad en el desempeño de diferentes sectores de la economía en el período analizado.