Además de la denuncia policial, Martínez habría expuesto públicamente en las redes sociales, tal como es de costumbre en este último tiempo, a quien dice ser su agresora, ocasionándole graves perjuicios laborales y personales.
La persona denunciada es Georgina Pundan y su abogado defensor, Hernán Danzi, dio a conocer la otra versión, ya que “todos los hechos tienen dos lados que deben escucharse” sostuvo.
En ese sentido, Danzi citó el artículo 18 de la Constitución Nacional el cual establece “la presunción de inocencia de los habitantes en tanto no se demuestre lo contrario en juicio oral y público fundado en ley anterior al hecho del Proceso”.
“Los efectos de compartir y/o viralizar el relato de un tercero son peligrosos, prejuiciosos y dañinos”, sostuvo el letrado en referencia a la actitud de la denunciante de dar a conocer su versión de lo sucedido a través de las redes sociales publicó Guía en La Pampa.
Asimismo, criticó que su clienta haya sido “condenada” socialmente “sin que ninguna autoridad judicial la haya escuchado” todavía debido a que ello provocó que Pundan pierda “varios empleos venideros para los cuales había sido contratada”.
“Es insultada públicamente en las redes sociales y la vía pública. También ha recibido amenazas de diversa índole. Georgina Pundan ha designado abogado defensor a fin de poder contar su versión de los hechos y ha efectuado también una denuncia penal a fin de que se esclarezcan los mismos” explicó el abogado.
Por último, Danzi solicitó a la ciudadanía que aguarde los tiempos y resultados de la causa judicial para así evitar sacar “conclusiones públicas infundadas”.
“Reflexionemos en lo fácil que resulta hoy en día arruinar la reputación y honor de una persona por el simple hecho de pedir que se comparta una historia en las redes sociales, de la cual, la mayoría de la gente no sabe si es verdad”, concluyó.
El relato de la denunciante
“Alrededor de las 5:30 horas de la mañana, cuando la fiesta casi terminaba, vino una mujer del personal de seguridad de la fiesta (patovicas vestidos de negro) y me agarró muy fuerte del brazo gritándome que me vaya, a lo que yo pregunté: ‘porqué’. Su respuesta fue empujarme” dijo.
"Me volvió a agarrar del brazo diciéndome ‘¡dale! caminá, caminá’ y yo contesté: ‘sé caminar sola sin que me empujés, pero tratame bien’”, explicó.
“Como no me estaba tratando bien yo hice un movimiento para sacar el brazo porque me estaba lastimando y le volví a decir: ‘tratame bien porque no hice nada’”.
Allí se produjo la situación más violenta: “Su respuesta fue ‘¿querés que te trate bien?’, y acto siguiente me agarró del cuello formando una llave con su brazo, dejándome colgada sin poder respirar”.
“Como pude le dije que no me estaba dejando respirar y como esta mujer no me soltaba (medidas físicas de 1,80, mías, 1,50) me desesperé y empecé a llorar”, explicó la denunciante.
“Me arrastró unos 10 metros hasta la entrada del local, donde me soltó como si fuera una basura sobre unas ramas, lastimándome las rodillas/piernas. Cuando me levanté le dije que la iba a denunciar y se dio vuelta otra vez para venir a pegarme, fue frenada por sus compañeros”, contó Delfina Martínez.
Relató que llamó a su padre y con su novio, fue a hacer la denuncia a la Seccional Primera.
“Cuando finalmente (en la Policía) me atendieron redacté lo que pasó, imprimieron la denuncia para al final terminar diciéndome que no era a la única que le pasaba y que siempre todo quedaba en la nada”, dijo.
Fuente: Guía en La Pampa / El Diario de La Pampa
