El mundo del fútbol está de luto tras la triste noticia del fallecimiento de César Luis Menotti, una de las figuras más emblemáticas en la historia del fútbol argentino. El legendario entrenador, quien guió a la selección albiceleste hacia su primera estrella en el Mundial de 1978, falleció este domingo a los 85 años, dejando un legado imborrable en el deporte rey.
Menotti padecía un delicado estado de salud y había permanecido internado durante 12 días, hace poco más de un mes, debido a una "anemia severa", por lo que había sido sometido a una intervención quirúrgica, la cuál superó exitosamente, y luego recibió el alta médica para regresar a su domicilio.
La situación del emblemático DT se había complicado debido a una tromboflebitis, mientras que su debilidad física prolongó su estadía en el hospital hasta el 12 de abril último.
El "Flaco" ya había tenido un percance de salud en agosto del año pasado, cuando sufrió una hemorragia interna como resultado de una caída en su domicilio, lo que también requirió un período de hospitalización antes de su recuperación.
La AFA confirmó esta tarde su fallecimiento en medio de la final de la Copa de la Liga entre Estudiantes de La Plata y Vélez, y dispuso la realización de un minuto de silencio en el entretiempo.
Nacido en Rosario, Menotti no solo brilló en los terrenos de juego, sino que su verdadero esplendor se manifestó en los banquillos. Aunque tuvo una destacada carrera como futbolista, principalmente con su amado Rosario Central y breves pasos por equipos como Racing, Boca y el Santos de Pelé, fue como entrenador donde dejó una huella indeleble.
El Flaco, como era conocido, comenzó su trayectoria como técnico con un breve paso por Newell's, pero fue su exitoso ciclo al mando de un vistoso Huracán campeón en 1973 lo que lo catapultó hacia la selección nacional. En el Mundial de 1978, supo enderezar el rumbo de un equipo que venía de fracasos consecutivos para llevarlo a la gloria en suelo argentino.
Pero su legado va más allá de los trofeos. Menotti dejó una escuela, el "menottismo", una filosofía de juego que ha perdurado en el tiempo y ha influenciado a innumerables entrenadores en todo el mundo.
Después de su paso por la selección, Menotti continuó su carrera dirigiendo equipos en Argentina y en el extranjero, incluyendo períodos en Boca Juniors y en el Atlético de Madrid. Pero su legado también se extendió más allá de los clubes, siendo una figura clave en la gestión y consulta de las selecciones nacionales argentinas.
Su carrera estuvo marcada por su estilo de juego ofensivo y por su constante búsqueda de la excelencia futbolística. Además, protagonizó un duelo memorable con su sucesor en la selección, Carlos Salvador Bilardo, cuyas diferencias filosóficas dividieron al fútbol argentino durante décadas.
La partida de Menotti deja un vacío en el fútbol argentino y en el mundo entero, pero su legado perdurará para siempre en las canchas y en los corazones de los amantes del juego bonito.