Berenice (23) era la hijastra de René Dosio, el hombre que fue excluido del hogar, por los supuestos abusos sexuales denunciados por la mujer. Hoy por la mañana, en dialogó con el periodista Eduardo Villada en LU100 Radio Capital AM 1040 FM 102.5, contó como fue la vuelta a su vivienda y lo que consideró un hecho "macabro". "Desde el día cero estoy fuera de mi casa, casa que es mia, escriturada a nombre mio y que lamentablemente jamás me la dieron", contó la joven, culpando a la burocracia y los tiempos de la justicia. Además, contó que en el día de ayer, luego de conseguir la exlusión del denunciado, al ingresar a su vivienda, "no habia luz, lámparas, utensilos, mi ropa". También cuenta con los dichos de sus vecinos, los cuales le informaron que el hombre "hizo bolsas de consorcio gigantes y fue tirando todo a la basura". "Y te digo que no me dejó ni un foco, pero me dejó el sillón donde abusó de mi, no tiene otra explicación que no sea macabro, maldad, crueldad", contó. Escuchá la entrevista completa aquí.
El caso
Dosio, vivía junto a Berenice su madre y su hermana. Trabajan en la vidriería de la avenida Argentino Valle, negocio que luego trasladó a Falucho, entre Uruguay y Don Bosco.
Todo empezó con una tragedia familiar: un accidente en la entrada de Córdoba en el año 2015 en el que murieron su madre, su hermana, su abuelo y un tío.
Al quedarse sin familia, Berenice empezó a vivir con Dosio. "En el 2017 este mal nacido abusó de mí, tocando mis partes íntimas y zona genital. Sin comprender absolutamente nada y congelada por la situación, decido guardarlo, con toneladas de vergüenza", confesó el pasado 8 de marzo.
"Y con miles de preguntas como ¿Estaré loca? Yo me habré equivocado? Será mi culpa? Mi madre podría haber elegido tan mal? Me creerán? Lastimaré a su familia? Me hará daño? Tomará represalias? Y cuaaaantas más", dijo Berenice al expresar la desesperación a partir de lo sufrido.
"Pero también pensé en otras mujeres o niñas, niños que podrían estar sufriendo como yo. Para ese momento padecía depresión, abuso de mi vulnerabilidad, situación que me hizo vivir los siguientes 3 años de miedo, de tristeza, de pesadillas, de intentos de suicidio, de ataques de pánico, de odio, de inseguridad, de culpa, de asco a mí misma, de enojo y no sé qué más", añadió.
Berenice estudia en San Luis. "El 24 del pasado mes, luego de muchos días de golpearme la cabeza para asimilar la situación y entender la gravedad de las cosas, me animo a denunciar, esa vez fui yo, pero conozco un número importante de abusos y violencia ejercida por él que se animaron a contarme y que están siendo añadidas a la causa. No era la única y me dio fuerzas", explicó.
La causa se inició en la Unidad Funcional de Género. Después intervinieron las defensoras Carina Ganuza y Gisela Kondolf.