Marino se mostró conforme y contento por su sobreseimiento, en una causa que le causó mucho daño, no solo a el, si no también a sus familiares. "Aprendí a conocer a mucha gente que me llamaron permanentemente para ayudarme y apuntalarme" contó, y denunció que todo se trató de un intento de quitarlo de su lugar. "Estoy convencido" dijo el Senador, en referencia a quien es el responsable de la opereta que lo colocaba en el centro de un escándalo por acoso sexual. "Aprendí a conocer las miserias humanas, viví un infierno y sobre todo mi familia" expresó el referente del radicalismo pampeano.
La Cámara Federal porteña confirmó ayer el sobreseimiento del senador pampeano Juan Carlos Marino, que había sido denunciado de acoso sexual por una empleada de planta permanente del Congreso. La decisión también alcanzó a Carlos Pedro "Cachi" Fiorda, colaborador del legislador, y al secretario parlamentario Juan Carlos Amarilla.
Una empleada del Congreso había denunciado al senador pampeano por acoso sexual. La Cámara Federal de Apelaciones cerró la causa y también sobreseyó a "Cachi" Fiorda y a Juan Carlos Amarilla.
"En voz baja y de manera reservada, para evitar las críticas de los sectores feministas , tanto en el oficialismo como en los principales bloques de oposición en el Senado se extiende como reguero de pólvora la idea de que la denuncia por acoso sexual contra el senador radical pampeano, Juan Carlos Marino, tuvo un fuerte olor a jugada política", publicó Gustavo Ybarra a finnes del 2018.
La denunciante es empleada de planta permanente en el Congreso Nacional y en su denuncia había afirmado que primero fue acosada por Amarilla en Diputados y luego pidió el pase al Senado, donde le habría ocurrido lo mismo con el senador por La Pampa y con un asesor de éste último, Fiorda.
El 19 de diciembre del 2018, el senador Juan Carlos Marino, habia negado "de manera enfática" haber cometido acoso sexual contra la empleada parlamentaria Claudia Guebel, quien lo acusó de haberla manoseado y acosado por mensajes de WhatsApp.
Marino no solo es vicepresidente de la Cámara alta, sino que preside dos comisiones que manejan suculentos presupuestos, como son la bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia y la especial de administración de la Biblioteca del Congreso.
Apenas estalló el escándalo, Marino negó esas denuncias y puso a disposición su cargo como vicepresidente del Senado.
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Al analizar el caso, la jueza María Eugenia Capuchetti afirmó que el teléfono celular aportado por Guebel (y que fuera analizado por especialistas técnicos del Centro de Investigaciones Judiciales del MPF-CABA) "arrojó que no existían mensajes de texto ni de WhatsApp, ni videos y/o audios, relacionados con los contactos de Marino y Fiorda que tuvieran alguna connotación sexual".
La víctima apeló ese fallo, en donde además de Marino también fue sobreseído Fiorda y el secretario parlamentario Juan Carlos Amarilla. Y así recayó en la Cámara de Apelaciones, donde, al analizar el planteo, los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia confirmaron la decisión.
"Repárese que los hechos, tal y como fueron relatados por la querellante, no encontraron respaldo en las diversas declaraciones de los testigos propuestos por las partes, en los datos extraídos del teléfono celular aportado por la denunciante, ni en los sumarios administrativos que se formaron en el ámbito de la Cámara de Diputados y la de Senadores de la Nación", sostuvieron en la resolución.