El Dr. Diego Arroyo, de la localidad de Catriló, contó como fue el recibimiento de la mujer de 64 años, luego de recuperarse de la infección de COVID-19, producto del brote de coronavirus en dico lugar. La mujer fue internada en estado crítico y parmaneció más de 23 días con respirador en el CEAR. En el momento de la entrevista, el médico se encontraba en la vivienda de la mujer recuperada, lo que permitió que el periodista y abogado Jorge Nemesio, pueda hablar con Carolina, una de las hijas de la mujer, quien agredeció al personal del nosocomio local y contó como fue "el calvario" que les tocó vivir. Escuchá la entrevista completa aquí.
Natalia Fernández, coordinadora del Centro Emergente de Asistencia Respiratoria, brindó precisiones sobre el ingreso de la infectada oriunda de Catriló.
“Tras ser diagnosticada positiva de COVID-19, la paciente ingresó al CEAR por un cuadro de insuficiencia respiratoria severa por lo que es alojada en terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica durante 14 días, además de recibir ayuda de soporte cardiovascular vital. La mujer fue receptora de plasma aportado por un convaleciente proveniente del Banco de Sangre de Bahía Blanca, que sumado a las medidas de soporte vital, dieron como resultado la buena evolución clínica decidiéndose la externación a su domicilio con el alta médica”, describió.
Por su parte, la especialista en medicina general y jefa de División Clínica del Hospital Lucio Molas, Silvia Favre, hizo referencia a la asistencia brindada a la vecina de Catriló durante la prolongada estadía en el nosocomio público capitalino.
“Precisamente hoy hace diez días que la señora ingresó al hospital ya descomplejizada y con una prueba PCR para COVID negativa, realizada en terapia del CEAR, desde aquí completamos la terapia de rehabilitación motora y nutricional. La paciente recuperó la ingesta de comida por boca y todo lo motriz para la movilización completa del cuerpo. Fueron muchos días de respirador automático y medicación adecuada, y todo ello afectó la motricidad y lógicamente su alimentación que debió ser inducida por sonda”, continuó.
“Una vez logrado el objetivo de la alimentación por boca se decidió externarla a su domicilio y continuar desde ahí, con la rehabilitación. Fue muy colaboradora durante el proceso y hoy se encuentra perfectamente lúcida”, concluyó