El hombre acusado fue considerado autor y materialmente responsable del delito de "abuso sexual simple" y condenado a la pena de un año de prisión en suspenso. La condena incluye el cumplimiento de pautas de conducta por el término de dos años, tales como fijar domicilio y no ausentarse del mismo o modificarlo sin dar aviso previamente y, por otra parte, la prohibición de acercarse al domicilio de la víctima, o los lugares de habitual concurrencia, y de todo tipo de comunicación y contacto con la menor.
El acuerdo de partes fue presentado por el fiscal Luciano Rebecchi y la defensora oficial Soledad Forte, con el reconocimiento de los hechos por parte del acusado y el acuerdo de la parte denunciante.
Los hechos ocurrieron en una pequeña localidad del norte de la provincia y fueron denunciados por la madre de la víctima a fines del año pasado. Según quedó establecido en la investigación, la menor de ocho años de edad guardó secreto de lo ocurrido durante un tiempo ante las amenazas del acosador, hasta que se lo contó a una amiga y esta le planteó lo sucedido a la mamá.
El abusador es un hombre de 52 años a quien la familia de la víctima solía asistir dándole changas o hasta dejándolo dormir en la vivienda esporádicamente. Según relató la niña y luego su mamá denunció, el agresor sexual en distintas ocasiones besó por la fuerza a la nena y la sometió a tocamientos, siempre con la negativa de la víctima y ante amenazas por parte del hombre.
Según indicaron los profesionales que escucharon a la menor en Cámara Gesell, el relato de la víctima "se presenta sin contradicciones o consistente en cuanto al núcleo de los hechos que se denuncian".
Tras analizar el material probatorio presentado, la jueza Cardoso convalidó el acuerdo de partes presentado y condenó al hombre a un año de prisión en suspenso por "abuso sexual simple".
Lesiones
Por otra parte, el juez de Control Diego Ambrogetti condenó a un joven de 20 años a la pena de seis meses de prisión en suspenso por golpear a su expareja. El hecho ocurrió en la localidad de Parera, a fines de noviembre de 2022.
El caso se cerró a través de un acuerdo de juicio abreviado, presentado por la fiscala Ana Ruffini y el defensor oficial Alejandro Caram, con el reconocimiento de los hechos por parte del imputado.
El joven de 20 años fue considerado autor y penalmente responsable del delito de "lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género".
Según denunció la víctima, el hecho ocurrió el 28 de noviembre del año pasado en el marco de una escena de celos de su expareja, quien le recriminó por fotos subidas a redes sociales mientras ambos estuvieron distanciados.
Tras insultarla y descalificarla, cuando la chica intentó retirarse del domicilio el imputado la retuvo y comenzó a romper algunas de sus pertenencias, hasta que la tomó de los brazos y la golpeó en el rostro y otras partes del cuerpo.
Las lesiones fueron constatadas por un médico, quien confirmó que la damnificada presentaba "hematoma en ambos antebrazos, escoriaciones y hematomas en cuello y región cervical, lesión en membrana timpánica, hematoma en mejilla izquierda y hematoma en tórax".
La sentencia del juez Ambrogetti incluyó el cumplimiento de reglas de conducta por el término de dos años, tales como fijar domicilio, la incorporación del condenado en el proceso de admisión del "Dispositivo psico-educativo de atención a varones que han ejercido violencia de género", y la prohibición de comunicación y contacto por cualquier medio con la víctima.