Alberto Fernández le trasmitió ayer por la tarde a Guillermo Nielsen, el titular de YPF, que se anule el aumento luego de que trascendiera que iban a regir los incrementos.
La petrolera nacional sería, como suele ocurrir, la que daría el primer paso para que luego la imiten las demás firmas. Con la decisión de que YPF no suba, todo indica que el resto de las compañías tampoco aplicarán aumentos, al menos por ahora.
Nielsen proponía subir 10% y el Presidente le habría dicho que sólo aceptaría la mitad aunque nunca se confirmó la versión en Gobierno. Este domingo Fernández se tomó tiempo para evaluar el impacto que tendría la medida sobre la inflación, sobre el resto de las petroleras y sobre el resto de la economía. Si habilitaba el aumento sería el único aumento en el marco del congelamiento de las tarifas de servicios públicos previsto para los próximos 180 días. Aún así el impacto sería fuerte sobre gran parte de las actividades.
En ese contexto, las naftas aparecían como la excepción, pero Fernández tomó la decisión e hizo el llamado. “Si lo pueden aclarar lo voy a agradecer”, pidió el Presidente a su círculo íntimo tras la conversación con Nielsen, a quien le indicó que no se aumenten las naftas “por ahora”.