Desde el viernes una cuadrilla conformada por productores, empleados municipales, personal técnico de la Dirección de Agricultura, SENASA, ingenieros agrónomos y también el intendente Omar Soria, de Huillapima, intentó combatir por tierra y con plaguicidas los insectos, y en la tarde de ayer el avión contratado estaba en la provincia de Santiago del Estero esperando conocer la ubicación de la manga para entrar en acción.
Oscar De la Barrera, ingeniero agrónomo de la Dirección de Agricultura, reconoció haber agotado los esfuerzos vía terrestre y destacó el accionar de la Provincia al contratar un avión para evitar mayores pérdidas, que hasta el momento son incalculables. “No podemos controlar por tierra, porque la manga, que cada vez es más grande, se mueve de una manera que es imposible combatirla. El esfuerzo es de todos y esperamos que el avión pueda operar rápido y evitar mayores pérdidas. Las langostas ya ingresaron a fincas de olivos, citrus, hortícolas y sus pérdidas son invaluables. Realmente los productores viven un infierno ante esta plaga. El Gobierno provincial está poniendo todo para terminar con este problema, pero quien coordina las tareas es el SENASA, a pesar de las carencias que tiene el organismo nacional”, lamentó.
Contó que la cantidad de langostas creció, quizás por la fusión con otra manga, y fue vista ayer en cercanías de Casa de Piedra, y tendría una extensión superior a 7 kilómetros, "algo jamás visto en la provincia, sobre todo por la extensión".
“La gente nos informó que bordea San Martín y que va hacia Casa de Piedra. El ataque será esta noche o mañana a la madrugada, antes que inicien vuelo nuevamente”, adelantó De la Barrera, al explicar la estrategia que pensaron para combatir a estos insectos depredadores. La plaga continúa desplazándose hacia la zona sur, no vuelve pero arrasa todo, también deposita huevos, lo que también genera preocupación.